:: Una Creación aparte.:::

::::Lo que una canción puede hacer en nuestras vidas::::




Llego y desesperadamente se sentó, lo hizo porque su cuerpo ya no podía más, su mente le suplicaba un descanso, así que llego a casa, tomo algo de agua fría y se sentó en el sillón que había comprado ya un par de años.
En su mente no había nada, ningún comentario o pensamiento sobre lo que le había pasado en este día, miraba fijamente ido hacía la nada, su mente estaba totalmente en blanco; con la mirada rodeo la pequeña sala, y vio su reproductor de DVD, su televisor, sus últimos cuadros, un espejo y los muebles que hacían fuego con todo.
Rechinaban sus dientes, movía su dedo anular, se sobaba el pelo, miraba sus manos, sus piernas, vislumbraba hasta lo más insignificante que sus ojos pudieran ver, pero aún así en su mente no había nada, estaba vacía, estaba sola.
Pensó que ya era suficiente de descanso y se paró, prendió la televisión y busco el canal de música, le dio el volumen hasta el tope y decidió hacerse un emparedado, se dirigió lentamente a la cocina, abrió la refrigeradora, sacó algo de lechuga, tomate, chile dulce y una simple cebolla; las lavó del todo y empezó a picar cada una de ellas, empezó por el tomate y por último dejo a la cebolla, aunque él era inmune al efecto que causaba esta, siempre tuvo curiosidad de el por qué la gente lloraba al picar una cebolla. Mientras tanto en el ambiente, se hacía presente algo de la oscuridad, ese pequeño escalofrió que te da en un día cálido y la música que aleatoriamente salía del televisor.
Pero algo cambio, un cambio de canción movida a una lenta y melancólica, su ritmo hizo que el cuchillo que estaba por cortar a la cebolla se detuviera a poco centímetros de esta, él levantó su cabeza y miro hacía lo lejos, al no ver nada que lo interesara la agacho y siguió en su que hacer, ahora picaba lentamente esa cebolla, mientras que en su mente no había nada más que el vago susurro de esa canción, él simplemente estaba concentrado en hacer su emparedado.

Picaba y picaba con su cabeza agachada, cuando inexplicablemente y desesperadamente salió una lágrima, la cual cayó en la navaja del cuchillo, él sin saber qué era eso, la miro intrigadamente, la observo por unos instantes y decidió probarla, pensó que simplemente era algo que provenía de la cebolla, pero para su asombro, cayeron más y más, hasta que se dio cuenta de que por primera vez lloraba, se llevó las manos al rostro, se palpitó y se cercioró que eran lagrimas, miró como una de ellas se aferraba a su dedo y entonces pensó, puso atención a esa canción en la cual describían a alguien muy bella, con una mirada que quema y que dice cosas que no se pueden entender, el que canta sufre porque no puede sacarla de su mente y no sabe cómo vivir sin ella, que muere por abrazarla y besarla, no quiere perderla ya que para su corazón es inolvidable.
Fue así como llegó a pensar que él no ha tenido ni tendrá a alguien de esa manera, que nunca ha tenido a esa persona que lo vuelva loco, o por la cual aferrarse y llegar a desear no perderla nunca, que jamás a conocido a alguien por la cual decir que no sabría vivir sin ella, que muere desesperadamente por volver a besarla o incluso a verla; piensa en que su mano nuca a encontrado a alguien en la oscuridad cuando la necesita, y que nadie ha buscado la suya; con la cebolla a medio picar, con el cuchillo en sus manos lo levanta hacía su rostro y en la pequeña navaja de este, se logra ver y ve a alguien desecho, triste, ve el reflejo de un ser llorando por algo que otros que lo tienen sufren, y que él desesperadamente necesita y desea.
Su mente la siente pesada, su corazón se colapsa, su cuerpo se cansa, en su sistema nervioso hay caos, entonces la mente le ordena al cuerpo desmayarse y caer, él cae derramando la cebolla que espera a ser picada; estando en el suelo, logra abrir sus ojos y ve a lo lejos, siente dolor, pero no por la caída, siente el dolor que todos en una ocasión hemos sentido estando en el mundo del amor, solo que él nunca ha entrado a ese mundo. La vista la siente débil, su cuerpo sufre espasmos, quiere levantarse pero no puede, aún sigue llorando ya que sufre repentinamente, suelta un suspiro y con él la última lagrima, muere, muere precipitadamente, ya que su cuerpo, alma y mente no estaban preparados para recibir tanto dolor y sufrimiento. Con el ultimo hecho de que esa lagrima final recorre lentamente esa piel que en un momento deseó ser palpitada y besada por alguien más, llega a sus labios encendidos de un color rojo que nunca fueron víctimas de noches de pasión, logra bajar al cuello que necesitó sentir los escalofríos de un beso repentino, y así esa lagrima cae al suelo y se evapora, mientras el cuerpo yace en el suelo, solitario, como lo estuvo por años hasta el fin improvisado de su vida, sin lograr sentir esas emociones que experimentamos cuando estamos en la fiel compañía de una compañera, sin conocer el placer que produce entregarse de forma espontanea y con amor a alguien.


Ese cuerpo no llegó a conocer cosas que nosotros estamos por sentir o que ya las experimentamos, simplemente murió de puro dolor y tristeza, y aunque no lo creas, así fue como llego el fin de esa vida; por eso Tú intenta amar a ese alguien que deseas, o ama intensamente a esa persona que tienes al lado, no desperdicies momentos de felicidad por algún capricho, solo disfruta el hecho de que estas con alguien, se feliz por todo lo que te ha pasado en estos últimos tiempos, y aunque a veces experimentas ese sufrimiento, lo superaras porque tienes opciones, Esa vida murió por qué no las tenía, no las busco, pero él ya paso a la historia de los cobardes, de los que no tiene pasión y sentido de lo que es la vida y el amor, pero nosotros si lo tenemos, tenemos esa pasión por sentir nuevas emociones y sentimientos, ahora solo falta usarla al máximo y ser felices, no por siempre, pero seremos felices.

:::German:::

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